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| Aeropuerto Keflavik- a reikiavick(noche en the capital Inn) |
El viaje hasta Keflavik
transcurre sin novedad después del perfecto apoyo logístico que nuestros
supersobrinos nos han brindado en Madrid.
El vuelo Madrid-Keflavik dura
unas cuatro horas y el pronóstico del tiempo es bueno.
Keflavik tiene unos 14.ooo
habitantes pero nos dirigimos directamente hacia Reykiavik la capital del país.
Tiene poco más de 100.000
habitantes pero el área metropolitana alcanza unos 212.ooo.
Es una ciudad moderna así que no
busquéis en ella catedrales románicas o góticas. Ni siquiera tiene grandes
rascacielos o enormes centros comerciales aunque sí muchas bonitas tiendas
donde hay artesanía, cerámica y muchas cosas para turistas . Formada por seis
municipios el encanto de Reikiviakik habrá que buscarle paseando por sus
austeras calles de casas más bien bajas por lo menos en la zona centro.
Así que eso hacemos. Después de
aparcar el coche alquilado en Budget nos dedicamos a recorrer la ciudad cosa
que se hace en no más de cuatro horas si no entras en todos los museos que hay.
En ese caso con un día nos debería valer.
La iglesia más llamativa es una llamada Hallgrimskirkja como el nombre de un poeta islandés al que está dedicada llamado Hallgrimur Pétursson. Es mucho más grande que la auténtica catedral y Pertenece al rito luterano. Su fachada tiene una forma extraña que dicen que recuerda a los ríos de lava de los volcanes del país aunque a mí me recuerda más a los tubos del gran órgano que hay en su interior.
El viento ha hecho que la
sensación térmica fuese más baja que los seis y ocho grados que teóricamente
marca el termómetro pero como dicen en Suecia no hay mal tiempo sino ropa inadecuada.
Así que a pasear por Reikiavik.
Por cierto si echais un vistazo a los precios las cosas no están baratas para el sueldo medio español. Un euro son 122 coronas islandesas.
El cementerio de Holavallagardur, casualmente colindante con nuestro hotel también merece una visita ya que aunque no está muy cuidado tiene el único bosque de Reikiavik con gruesos árboles en las mismas tumbas y piedras con forma de columna basáltica en ellas.
Por cierto si echais un vistazo a los precios las cosas no están baratas para el sueldo medio español. Un euro son 122 coronas islandesas.
El cementerio de Holavallagardur, casualmente colindante con nuestro hotel también merece una visita ya que aunque no está muy cuidado tiene el único bosque de Reikiavik con gruesos árboles en las mismas tumbas y piedras con forma de columna basáltica en ellas.
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